Ya hace unos 10 meses
en Buenos Aires, cada uno con su trabajo, cada uno armando proyectos nuevos y
compartidos. Cumplimos con el requerimiento del derecho laboral a unas
reducidas vacaciones que junto con los fantásticos carnavales sumaron una
semanita y moneda.
Fue un volver a
encontrarnos con ese niño que creció y maduro en el 2010, que piensa en cosas raras
para “gente normal”.
En el ver a donde??? surgieron muchos destinos, pero un bolsillo
apretado y un tiempo efímero para nuestro nuevo patrón de un año de viaje,
llevo a muchos debates… giro el mapa y el dedo cayó en córdoba. Y ahí nomás leyendo
sobre que hacer nos preguntamos por qué nunca le habíamos dado lugar a esta
provincia, será por la cercanía, por la asociación con la segunda ciudad más
grande del país o por el simple viaje de egresados en 7ª grado. Estábamos totalmente
confundidos……
Aire
de las sierras; agua fresca, transparente y con gusto a tierra; sauces llorones
en las orillas, reparo del sol resquebrajante o refugio para hermosas
siestas o lecturas. Una carpa amiga que ya puede contar historias y llevar
tatuados los lugares que visitó, noche de estrellas y algunas pocas de
lluvia.
Intensas vacaciones, otra vez no queríamos volver.....
Fueron en esta suerte la visita a tres maravillosos pueblos de
nuestra Córdoba, San Marcos Sierra, Nono y San Javier. En cada uno de
ellos buscamos asentarnos en lo que (para nosotros) definimos como los pilares
para unas buenas vacaciones, tranquilidad, naturaleza, cercanía con
el pueblerino lejanía del todo lo compro, quizá no tanto
descanso en la búsqueda por impactar a la retina, optar por el dedo o
los pies y exponernos a la suerte de cruzarnos con alguien que nos cuente otra
historia. Al principio cuesta desconectarse, cuesta sacar el pie del acelerador
y no querer hacer todo ya ya ya....pero pasan las horas y ya esta.....tanto que
cuando baje del bondi en retiro en un instante recordé no tener plata y ohhhh
la pucha como vuelvo?.....que salamina capitalense, no se acuerda de que cuenta
con el sistema de la sube.
En san marcos hizo mucho calor al principio y tb
nos llovió pero nada que espante. Pudimos chapotear en
el río con cuidado pero tb vimos en vivo y en directo la furia de la
naturaleza cuando vino la creciente, una ola que lo arrasa todo
(fue fantástico verlo), por suerte todos refugiados salvo un lugareño
medio en pedo que justo justo decidió cruzar el río a
caballo, pero fueron rescatados. El pueblo mucho hippismo o
mejor dicho mucha gente buscando construir su lugar en el mundo, guste a quien
le guste, la tonada cordobesa no se escucha, hoy ni bien vi retiro me volví a
responder el por qué será de ellos?.
Nos volvimos adictos al circo, todas las noches fuimos a ver la
misma función que daban en la plaza, muy buena (lo digo aun con una
sonrisa), fuimos chicos durante dos horas otra vez...philip, barabachan y
cachaflacida....excelentes personajes. Después morfi con cerve y de
vuelta al camping (4km) en la oscuridad de las sierras con una linterna y cosas
para charlar, nunca tuvimos la suerte de que en esos 45 min de caminata alguien
pasara con el auto a levantar a estas dos sombras en el camino.
Nono.....otra córdoba, empezamos a ver el escondite para las escapadas de los provincianos. Pueblo chico con río y unas vertientes muy copadas que forman piletas de agua donde desde una roca te podes tirar y alimentar tus dosis de adrenalina (somos muy cagones, no nos animamos). También fuimos a visitarlo ale sokol, ya que traslasierra fue el punto de encuentro o nacimiento de bandas como sumo o las pelotas, y donde se instaló para su descanso eterno.
San Javier, pequeño y muy acojedor, tan bien lo hace que contiene al
monstruoso champaquì. Lastima la gran cantidad de alambre, cerca y cartel de
propiedad privada, pareciera que tienen una paranoia con que la gente
quiera conocer la belleza natural de nuestro país y pisar SU terreno,
que es casi el todo. No entendemos como para el ascenso debemos agradecer a la
GENTILEZA (que aun no se bien como evalúan esta cualidad) de los
dueños de los campos privados que rodean el cerro y no dan libertad de paso a
algo que debería ser ley. San javier es bellísimo, camino a merlo,
san luis, un pueblo de montaña. De casualidad caímos en un mirador
desde donde se ve todo el valle de traslasierra, forzando los ojos para que el
sol nos deje ver igual, creo que nos transportamos a todos nuestros viajes
anteriores y fue uno de los broches de oro. Siempre recordamos que tuvimos un momento
en el que nos sentamos en un punto estratégico a contemplar y
guardar en nuestras mentes la mejor foto del viaje.....como en india, en el
tronador, en nueva zelanda, en iruya, en Aconcagua, en el Lanin, etc etc.
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